Romanescu en salsa verde
El Romanescu es un hÃbrido entre brécol y coliflor, del que tenemos constancia en recetarios Italianos del siglo XVI. Su sabor peculiar y la caprichosa forma de sus ramilletes fractales convierten al romanescu en una joya de temporada que deberÃas atreverte a probar. Sus aportes de vitamina C y carotenos, son un refuerzo indispensable durante el invierno.
Puedes preparar el romanescu de mil formas, tal y como harÃa con la coliflor o el brécol, admite todo tipo de salsas cremosas como la bechamel o las que incorporan queso. Nuestra recomendación es más ligera, para darle tregua al estómago después de los excesos de las fiestas navideñas. Una receta fácil, barata y hecha en un momento.
Receta
Ingredientes
- 1 romanescu
- 1 cebolla morada
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharada grande de harina
- 1 vaso de vino blanco para cocinar
- 1 manojo de perejil
- aceite de oliva
- pimienta blanca y sal
Preparación
Separamos el romanescu en pequeños ramilletes, como harÃamos con una coliflor. Los tallos son tan tiernos como las copas, si quieres aprovechar todo el sabor no es necesario que los cortes a ras.
Pon el romanescu en una olla y añádele un vaso de agua. La cocción es muy rápida, si los hierves con mucha agua o durante mucho tiempo perderá su maravilloso color verde y la textura firme que mantiene intacto su sabor y propiedades. De este modo se cocerá al vapor y estará hecho en un momento.
Cuando puedas atravesar el romanescu con la punta de un cuchillo sin tener que ejercer presión, es el momento de retirarlo del fuego. Escúrrelo y déjalo templar mientras preparamos la salsa. ¡¡ Importante !!: reserva el lÃquido de cocción del romanescu, lo vamos a necesitar dentro de un momento.
Vamos a hacer un sofrito de cebolla y ajo: pon un chorrito de aceite de oliva en una sarten (que sea grande, luego hemos de añadir el romanescu) corta la cebolla morada, pÃcala en dados pequeños y añádela a la sartén antes de que el aceite esté muy caliente. La tendremos a fuego medio, hasta que comience a volverse transparente, entonces incorpórale un par de dientes de ajo machacados, o cortados en láminas.
A continuación agrega el vino blanco y el perejil bien picado. Dale un par de vueltas y añade un vaso del lÃquido de coción del romanescu. En este punto es donde debes probar la salsa, para rectificar la sal, después has de incorporar la harina.
La forma de incorporar harina a un lÃquido caliente, sin que se hagan grumos, siempre es la misma: pon la cucharada de harina en un vaso, échale un chorrito de agua frÃa y remuévelo con energÃa ( y un tenedor). Cuando ya se haya deshecho no tienes más que añadir la harina desleÃda a la sarten, para espesar LIGERAMENTE la salsa.
Ahora, incorpora el romanescu que habÃamos reservado, y con movimientos envolventes mézclalo con la salsa verde, vuelve a rectificar el punto de sal (el romanescu es algo dulzón) y sale un toque de pimienta blanca . En un par de minutos los sabores se habrán integrado y podrás disfrutar de esta extraordinaria verdura de invierno.
Si quieres mantener el nivel calórico o no consumes proteinas animales, la receta está lista ;) de lo contrario puedes añadirle, como toque final, unos trocitos de jamón serrano.
SabÃas que ...
La temporada idónea para el consumo del romanescu abarca los meses de frÃo: de noviembre a marzo. Puedes incorporarla a tu dieta hipocalórica porque solo tiene 25 calorÃas cada 100 gramos.
Esta es su composición en detalle.
90 % | Agua | |
4,80 % | Hidratos de carbono | |
2 % | Fibra |
395 mg | Potasio | |
104 mg. | Vitamina A | |
72 mg. | Magnesio | |
67 mg. | Vitamina C |
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